Aunque esto te suene a despedida, no tergiverses mis palabras...
Solo se trata de tiempo.
Es tan fuerte la llama que nos une que no creo que sea mucho pedir tiempo. Mas bien lo entiendo como una manera de crecer ambos y volver tras las pieles de quienes fuimos a reencontrar las nuestras, a gozarnos como siempre hemos hecho.

Y si por el camino nuestra llama se apaga, eso no significa que no nos hayamos importado. Es que todo cambia y que nosotros inevitablemente también hemos cambiado.
Mas aprovechando que no me oyes yo confieso que muchos debieran ser los cambios para que ya no sienta que tu mirada embriaga, que tu boca me enciende, que mi cuerpo desea permanecer unido al tuyo..
Pero por eso mismo, yo te pido, no me ates hoy y deja que aprenda que la vida sin ti carece de sentido.